domingo, 19 de marzo de 2023

Cómo escribir un poema acróstico

 

1.       Entiende cómo funcionan los acrósticos.

La palabra elegida para la primera letra de cada verso, determinará la longitud del acróstico.  Recuerda que también puedes utilizar múltiples palabras para tu tema si lo deseas. Esta es una forma fácil de aumentar la longitud.

Los poemas acrósticos no tienen por qué rimar, aunque puedes intentarlo.

 

2.       Lluvia de ideas para crear el contenido

Haz una lista de características de la cosa acerca de la que quieres escribir. Por ejemplo: la personalidad de tu madre, su aspecto, tu recuerdo favorito de ella, cómo suena su voz, a qué perfume huele, etc.

 

3.       Escribe la palabra clave en vertical. 

Como cada línea debe empezar con la letra de la palabra elegida, siempre debes comenzar escribiendo esa palabra.

De este modo, puedes visualizar el poema y empezar a anticipar cómo tus líneas van a cobrar sentido en conjunto.

Normalmente, la primera letra de cada línea va en mayúsculas, así es más fácil ver la palabra que queda deletreada

 

4. Desarrolla las líneas de tu poema.

 

 Estarás tentado de empezar con la primera línea, pero no tienes por qué.

¿Qué es lo más interesante que se te ocurre y que empiece con unas de esas letras?  Parte de  por ahí, así ya sabes que tienes al menos una línea que absolutamente te encanta!

 

Puedes escribir líneas que terminen en cada verso, es decir, que cada línea termine con un signo de puntuación o suponga una ruptura gramatical lógica.  También puedes escribir versos encabalgados, es decir, que las líneas se rompan cuando necesites que lo hagan, independientemente de la puntuación o la gramática

 

5. Enfócate en la imaginería sensorial.

 La imaginería sensorial es el lenguaje que procede de los cinco sentidos: la vista, el oído, el tacto, el gusto y el olfato. Tu lector será capaz de entender los conceptos abstractos mejor si imagina detalles específicos utilizando su cuerpo.

Por ejemplo, en lugar de decir que quieres a tu madre, puedes decir que amas cómo huele cuando se perfuma para ponerse guapa

 


6. Intenta utilizar símiles y metáforas y un léxico creativo.
 

Lo que quieres evitar a toda costa son los clichés.

 Los clichés son expresiones que se han vuelto tan comunes que todo el mundo las conoce. Entre estos ejemplos se incluye decir que algo es “rojo como una rosa” o comparar las nubes con el algodón.


8. Revisa tu poema.
 

 

Una vez terminaste con el borrador, léelo de nuevo para ti mismo y piensa en cómo puedes mejorarlo.

. Rodea todas las palabras que crees podrían ser más interesantes. Busca sinónimos en un diccionario para hacer que tu lenguaje germine.

No te salgas del tema. Asegúrate de que cada verso del poema se encamina a decir algo que tenga que ver con tu asunto.


9. Edita tu acróstico para revisar la gramática y la ortografía.
 

 

 Asegúrate de que tu lector entienda tu poema, límpialo de vocabulario y expresiones confusas y extrañas.

 Esto siempre será lo último que hagas; ¡no tiene sentido editar cuando aún no has terminado de corregir ya que aún no terminaste de escribir el poema!

 

 

 

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